El valor del deporte

De Sudáfrica a Polonia, de Johannesburgo a Gdansk, es el itinerario que gracias a mi trabajo he podido  Javier_Minanodisfrutar durante los 8 años que he trabajado para la Selección Española de Fútbol. De las calles de un barrio en las afueras de Madrid, hasta las calles de Soweto, donde su historia nos hace constatar la dureza de sus gentes. Es imposible no recordar en nuestros orígenes cómo la juventud está ávida de modelos, de ejemplos donde fijarse, a quien imitar, y de nuestra obligación de proporcionarle unos modelos apropiados. El éxito deportivo que hemos conseguido con la Copa del Mundo de Fútbol 2010 es un momento ideal para que nuestra sociedad sepa rentabilizarlo. En la actual situación de la realidad social la educación en valores adquiere una relevancia vital. Para poder formar a nuestra sociedad de manera integral es necesario adoctrinar en valores éticos, sociales y morales.

Estamos obligados a sacar provecho del logro deportivo para esa formación. Qué mejor ejemplo para nuestros jóvenes que el comportamiento que tuvieron nuestros jugadores durante todo el campeonato, tanto dentro como fuera del campo. La tensión, agresividad, competitividad propias de un evento de estas características, se pudieron traducir en sencillez, humildad, compañerismo, esfuerzo, tesón y sobre todo respeto. Valores que debemos tener presentes para el resto de nuestras actuaciones, no solo las deportivas sino también las de nuestra vida social y diaria.

Ante nuevos retos deportivos que se avecinan debemos ser optimistas y exigentes, pero esta exigencia no debe consistir solamente en el logro deportivo sino en recordar y mantener los valores vividos en el último Mundial de Fútbol 2010.